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10 hábitos que mejora tu calidad de vida

El estrés del día a día nos afecta más de lo que creemos, entre el trabajo, los estudios, el dinero, no encontrar tiempo para nosotros mismos o para otras personas.

Hay algunos hábitos que nos pueden ayudar a mejorar nuestra calidad de vida.

Inicia tu día con una actitud y un pensamiento positivo. Prométete a ti mismo que hoy nada te va a quitar la sonrisa de la cara, que pase lo que pase, nada va a estropear tu día, que vas a conseguir todo lo que te propongas por muy duro que sea. No todos los caminos están llenos de rosas, pero aún así, vas a luchas por lo que realmente quieres. Tienes que estar dispuesto a saltar todos los baches que te pongan por delante.

No te acuestes sin aprender algo nuevo cada día. No hace falta que estudies algo a diario, basta con obtener una pieza nueva de información tan a menudo como sea posible.

Sonríe. Nunca sabes quien puede tener un mal día y tú con una sonrisa al cruzaros, os conozcáis o no,  puede ayudar mucho a alguien y te sentirás mejor contigo mismo. Una persona que sonríe constantemente no significa que todo le valla bien, pero demuestra que a pesar de todo, hay algo bueno cada día por lo que luchar.

Visualiza tus metas. Si tienes algo en mente que quieres logras, empieza cerrando los ojos e imagina que lo has logrado, a pesar de todo el esfuerzo empleado ha merecido la pena. Piensa que si no lo haces tú, nadie lo hará por ti. Abre los ojos y empieza a construir tus sueños día a día, grano a grano, nadie te dice que será fácil pero si confías en ti, no necesitas más que mucha fuerza y optimismo.

No juzgues sin saber. Nadie es perfecto. Seguramente no sabes nada de la gente que te rodea comparado con lo que le ha pasado en realidad. Cada persona es única, y así también es su historia.

Di lo que piensas sin ofender. No hay nada que nos haga sentir mejor que expresarnos con toda sinceridad posible. Cuando te sientes orgulloso de alguien, te gusta algo nuevo que se compró o quizás hizo algo que a ti te sentó mal, no dudes en decirlo, expresarnos con claridad y educación diciendo lo que pensamos, sea bueno o malo, nos ayuda a sentirnos mejor, más desahogados.

Agradece lo que tienes. No te lamentes por lo que no tienes o no sucedió, agradece todo lo que tienes, lo bonito que ha pasado, lo que has aprendido en el trayecto de tu vida. Desgraciadamente, no todo lo que nos pasa es bueno, pero no hay mal que por bien no venga.

Disfruta de tus seres queridos. Los amigos, la familia, tus hijos, tu pareja, toda esa gente increíble y maravillosa que te rodea y que te quiere de verdad. Diles que les quieres, disfruta cada segundo con ellos como si fuera el último, lo especiales que son en tu vida y demuéstrales que son imprescindibles para ti.

Dedícate 10/15 minutos a solas. Quédate en silencio, donde estés agusto, ya sea en casa, dando un paseo o mirando un paisaje. En este tiempo piensa en ti, en lo que te hace bien y en lo que te hace mal y debes alejar.

Cree en el karma. Todo cae por su propio peso, todo lo que haces en tu vida, de una manera o de otra, te lo devuelve. Haz cosas buenas pero hazlas con el corazón.