Adelgazar sin dietas, ¿se puede?

Llegar a conseguir el peso ideal es una cuestión prioritaria para muchas personas, y para las que no, seguramente sea porque ya hayan tirado la toalla en el intento.  Como siempre os decimos, adelgazar es un tema de voluntad, y quienes digan lo contrario mienten. Hoy contestaremos a la pregunta de adelgazar sin dietas, ¿se puede?

Cierto es que hay personas que son más propensas que otras a engordar, pero igualmente cierto es que si se lleva una dieta equilibrada en cualquiera de los casos será posible alcanzar el peso idóneo para cada uno de nosotros.

Adelgazar sin dietas se puede, pero sólo si sigues algunos consejos y pones de tu parte. Os damos las claves para que podáis perder esos kilillos de más sin necesidad de llevar a cabo ningún tipo de “dietas milagrosas”.

1. Aunque parezca una tontería no lo es, usa vajilla azul y sobre todo descarta aquella de color rojo. El color azul ayuda a controlar el hambre y reduce la ansiedad, de este modo evitaremos ingerir alimentos de manera excesiva. Por el contrario, el color rojo estimula el apetito.

2. Seguramente ya te lo hayan dicho en más ocasiones: Evita los líquidos durante la comida. El hecho de beber agua durante la comida, supone que nuestra digestión se vuelva más lenta, haciéndonos sentir hinchados e incómodos además. Una vez terminemos de comer, esperaremos unos minutos antes de beber.

3. Medita, si, no nos hemos vuelto locos. Meditar ayuda a equilibrar vuestra mente y relajar el cuerpo. Esta técnica de relajación conlleva una disminución del estrés, y consecuentemente de las hormonas, las cuales si están alteradas generan acumulación de grasas.

4. Usa zapatos cómodos y camina, camina y camina. Cada vez que puedas camina, ya que de esta manera se queman muchas calorías, tonificando además los glúteos, espaldas y pantorrillas. Esta simple acción nos ayudará a bajar de peso sin dietas

5. No tomes azúcar, lo cual no quiere decir que no endulces tu vida. Puedes usar sustitutos del azúcar como por ejemplo la Stevia, que es una planta sudamericana 300 veces más dulces que el azúcar, pero que a diferencia de ésta, no contiene calorías por lo que no aumenta de peso.

6. Desayuna fruta. La fruta estimula la digestión, lo cual se traduce en una mayor eficiencia de nuestro metabolismo. Tras la fruta, puedes ingerir un poco de carbohidratos para que nos den energía.

7. Bebe alcohol, pero con moderación. Lo ideal es una copa de vino tinto al día.

8. Disfruta previamente el aroma de los platos. El aroma de la comida manda una señal al cerebro indicándole que se acaba de ingerir alimentos, por lo cual experimentamos una sensación de satisfacción. Así que para frenar nuestro apetito, respiraremos hondo antes de dar cada bocado.

9. Distrae la mente, para ello una buena opción es lavarse los dientes tras la comida. Además de ser higiénico, evitarás la tentación de comer. Si no es suficiente, masca un chicle o una fruta.

10. Come a tu hora. No picotees, come comida a la hora que toque, nada de picotear ni antes ni después. Si tienes mucha hambre adelanta la comida, cena…

Se trata básicamente de cambiar los hábitos, mejorando así nuestra calidad de vida. Perder peso es cuestión, no ya tanto de dietas, sino de educar nuestra alimentación y llevar una vida sana y saludable.

¿Algún truco para reducir nuestras medidas?