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Las depresiones, el mal del siglo XXI

Hoy queremos hablar sobre uno de los males más extendidos a lo largo y ancho de nuestra sociedad. En pleno siglo XXI, las depresiones son una de las enfermedades más comunes entre los ciudadanos. Tal vez por la circunstancia que nos ha tocado vivir, la gran crisis que parece haberse instalado en nuestras casas y no quiere salir, o simplemente es algo que siempre ha acompañado al ser humano y hasta ahora no le hemos dado la importancia que merecía. 

Las depresiones son un trastorno del estado de ánimo, el cual se traduce en un decaimiento y claudicación psicológica y biológica del paciente importante y continuado, y se manifiesta a través de síntomas psíquico y somático.

Antes de llevar a cabo correctamente cualquier diagnóstico es preciso que descartemos cualquier episodio de tristeza pasajera o frustración, ya que esto se considera como una reacción natural de la persona ante acontecimientos negativos como puede ser situaciones de duelo por la pérdida de un ser querido, la ruptura de una relación… No obstante, en el caso de que esta situación de tristeza se prolongara más allá de los seis meses podría desembocar en lo que clínicamente se conoce como depresión.

las depresiones

A continuación os detallamos algunos síntomas que vienen acompañados por las depresiones, señalar que es necesario que concurran al menos tres de estos síntomas para que se os diagnostique depresión.

  • Ánimo o humor depresivo no habitual en el paciente, que perdure durante todo el día y que se mantenga en el tiempo de forma constante.
  • Pérdida o ausencia de interés por actividades que anteriormente les resultaban placenteras.
  • El paciente se encuentra más fatigado, llegando a perder la vitalidad habitual

Para que un episodio depresivo pueda ser diagnosticado debe tenerse en cuanta los siguientes parámetros:

  • Estado de ánimo depresivo, cuya duración supere las dos semanas
  • Situación no achacable al empleo de sustancias psicoactivas o a las presencia de algún trastorno mental orgánico.
  • Presencia de síndrome somático como disminución o desaparición del interés y la capacidad de disfrute por las cosas que anteriormente les resultaba placenteras. Ausencia de respuestas emocionales ante eventos que por lo general, suelen desencadenar reacciones. Alteración del sueño. Disminución marcada de apetito… etc.

Finalmente señalara que el papel de la familia es muy importante para poder detectar los síntomas de la depresión.

¿Algún otro síntoma del que nos hayamos olvidado?