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El glamour y la tradición de la henna

Los tatuajes con henna, utilizados por los faraones hace más de 4.000 años, hacen furor entre las jóvenes casaderas de las familias acomodadas de Oriente Medio, que ha recuperado el rito de maquillar su cuerpo en las ceremonias prenupciales.

Este maquillaje milenario, al que estrellas como Madonna, Prince o Liz Taylor, han dotado de glamour, perduró como una costumbre popular femenina en muchos países árabes y en la India, conde fue implantada por los mongoles en el siglo II, y pasó a formar parte de las fiestas religiosas.

En Marruecos creen que frotarse las palmas de las manos con henna relaja el cuerpo, mientras que los masai de África se pintan la cara con esta sustancia, como forma distintiva de pertenencia a su tribu.

El color original del polvo de henna varía entre marrón claro y naranja oscuro y proviene de la hoja seca triturada de una planta del mismo nombre, denominada Lausonia incermis, que crece en Priente Medio, la India, Pakistán y varias zonas de Africa.

 

Tatuaje de henna

Tatuaje de henna

Las noches de henna

Pero estos tatuajes se han conservado sobre todo como un rito prenupcial, en la llamada “Noche de la henna”, una particular despedida de soltera en la que la novia y sus amigas se ponen en manos de una profesional del tatuaje.

Una de las profesionales más reconocidas del tatuaje con henna es Setona, una maquilladora sudanesa que cuenta entre sus clientes al cantante Prince. “En Sudán, una boda sin henna trae mala suerte y nadie se casa si la novia y el novio no se pintan con henna brazos y piernas”, relata esta maquilladora. La Noche de la henna comienza con la preparación de la henna en el bashry, un plato grande, iluminado con velas, decorado con una cenefa de color y paño de tul, que pasa de madres a hijas.

Antes de retirarse con sus amigas a la ceremonia del tatuaje, la novia se presenta a los invitados engalanada con un túnica de sede y adornos de oro y perlas. El novio la recibe con el tradicional fez, el gorro de la época otomana de El novio la recibe vestido con una galabiya, una camisa larga ceñida por un cordón rojo. Los novios abren un baile de ritmos árabes y africanos, que acaban con la “canción de la henna” que anuncia la boda y marca le momento en que el novio abandona la fiesta. Después las amigas de la novia se tatuan con henna, manos, tobillos y pies, mientras que la novia también se hace tatuajes en el pecho, la cintura y las caderas.

Sólo recordaros como ya nos advirtieron nuestros amigos de Estética y Nutrición, que hay en el mercado un tipo de henna, la henna negra que puede ser perjudicial para la salud.